Acaso nunca soñaste con despertar en el lugar más hermoso de todo el mundo y al que adoras.
Mirar a tu derecha, o quizás a tu izquierda y sorprenderte, la persona que amas está allí, a tu lado, contemplándote mientras dormías. Y te dice, muy flojito, y al oído:
-Buenos días mi princesa.
Levantarte de la cama, aún de noche, tumbarte con esa persona en una hamaca, ver como amanece, abrazados los dos juntos. Algo hermoso.
Al desayunar: dos tostadas, un zumo de naranja recién exprimido, croissants, y un capuchino con mucha espuma y dos onzas de chocolate. Como no, preparado por él.
Después de estar un gran rato refrescándote en ese jacuzzi natural, salir a dar un paseo por la playa, esa playa desierta, de arena completamente blanca y agua completamente cristalina.
La playa paradisiaca de tus sueños, repleta de palmeras con cocos.
Es todo un sueño y… en los mejores sueños siempre está el protagonista. En este sueño eres tú. Tú y tu amado. Los dos juntos y enamorados, soñando un sueño que cumpliéndose está.
En un lugar perdido, donde nadie habita, solos tú y el, nadie más.
Todo un mundo te separa de la vida real, parece imposible poder estar allí, y sin embargo lo estás.
Increíblemente un sueño se ha cumplido, se ha hecho realidad. Soñar y soñar es bueno y bastante esperanzador.
Solo te tienes que poner delante una meta, y no abandonar en el camino las esperanzas jamás hasta que llegues a tu meta.
Pasar toda una tarde tirados, en un sitio tranquilo, que nada te moleste.
Después de tanto descanso, toda una noche de locura, de amor hasta el fin, de no parar, de pasarlo bien… Hacer cosas impresionantes.Que todo el mundo se enteree que eres feliz junto a la persona que tienes a tu lado y que es lo mejor en tu vida, Gritar a los cuatro vientos que lo quieres y que deseas pasar toda la eternidad a su lado, quiera la gente o no. Ellos sobran, solo importamos nosotros y nadie más.
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